Cuando te ha sido otorgado el tiempo de hacer preguntas al reclutador, esta es una interrogante que no puede faltar; conocer acerca de los retos o responsabilidades que tendrás como empleado, te ayudará a orientar tus conocimientos con respecto al cargo.
A pesar de que te sean indicados los principales retos del puesto, es interesante saber que cuando se inicia en un nuevo empleo, ya habrá desafíos propios que tiene la organización y que deberás asumir.
Entre ellos destacan tener empatía con la empresa, ajustarse con la personalidad de la misma, comprender la estructura organización y conocer a la compañía.
Tabla de contenido
¿Cómo asumir los retos en un nuevo trabajo?
Puede ser que durante la entrevista te mencionen los retos que debes asumir dentro del cargo, aunque también puede suceder que con el desarrollo de tus funciones, lleguen nuevos desafíos para afrontar y si esto te sucede, lo mejor es que estés preparado.
Aquí te daré algunos consejos para asumir los retos.
1. Prepárate para el cambio
El cambio siempre será necesario, para ello puedes prepararte mentalmente pensando en que gracias a tus habilidades o responsabilidad, puedes llegar a ser promovido. Aunque sepas que a esto se le añade modificaciones en las funciones.
2. No permitas pensamientos negativos
Es normal sentir un poco de temor al momento de recibir los nuevos retos laborales, pero no puedes permitirte aceptar pensamientos negativos como: ¡no podré!, ¡es mucho para mí!, entre otros.
Cuando dejas que estos pensamientos se apoderen de ti, no podrás asumir un nuevo desafío laboral.
3. Marca objetivos claros
Aceptar un nuevo reto, cambiar de empleo, o asumir en un nuevo cargo, requiere de fijarse objetivos específicos, en este caso platearlos te ayudarán a crear una ruta profesional y adaptarse a la nueva responsabilidad.
¿Cómo se promueven los retos laborales según la organización?
Los retos de un cargo pueden ser diferentes y esto se debe a la visión de la empresa y la función del departamento; no será igual los retos para un gerente de comunicación, que un coordinador de ventas, las dos funciones son distintas.
Sin embargo, podemos encontrar empresas que cuentan con los mismos procesos para la selección, o el acenso, dependiendo de la organización de la compañía.
Por ejemplo.
En una estructura horizontal, el jefe se suma al equipo y no actúa como una figura “súperpoderosa” que solo da órdenes. En esta estructura, los retos son compartidos y se puede apreciar un equipo de trabajo más sólido, con capacidad de laborar en sintonía y bien vinculados unos con otros.
Otro reto se puede concebir a través de las oportunidades para escalar. Esta forma de progresar puede ser muy motivadora para los trabajadores. Si la compañía muestra el ascenso como parte de una metodología de trabajo, podrá encontrar empleados más fieles y evitará la constante fuga del personal.
Asumir retos gracias a la formación continua es perfecto, esto puede favorecer la competitividad de los trabajadores y además, la empresa podrá asignar responsabilidades a un personal altamente capacitado en el área.
A todo esto, se le debe sumar el liderazgo proactivo que debe existir dentro de la empresa. Cuando se fomenta el espíritu de liderazgo, por medio de políticas de relaciones, podrás encontrar más cercanía con el equipo y generar mucha empatía, compromiso e integrad.
Esta es una de las maneras más eficaces de avivar el trabajo en equipo y fortalecer la cooperación de todos los miembros.
Finalmente asumir los retos laborales es una decisión propia de cada trabajador, es importante conocer las funciones que deben ejecutarse en el área determinada y la forma en que se pueden desarrollar, solo así se podrá asumir con responsabilidad un nuevo desafío.