Usted y yo sabemos que el trabajo es una actividad que puede ocupar grandes cantidades de nuestro valioso tiempo y que no siempre dejan espacio para el descanso recuperador que tanto se necesita.
Además de ello, es posible que incluso pueda privarnos de experiencias y encuentros familiares que necesitamos para el día a día. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo es posible aprender como liberar y ganar espacio en la agenda sin entorpecer el desempeño laboral.
Cada actividad tiene su propio espacio de tiempo
Algo que siempre debemos tener en cuenta es que no podemos mezclar el trabajo con nuestra vida personal, ya que esto podría generar un malestar con las personas que nos rodean e incluso agotarnos tanto física como emocionalmente. Es debido a esto que resulta necesario separar ambas actividades, donde las horas de trabajo serán exclusivamente para eso y el resto de actividades serán para las necesidades personales, momentos con amigos y familiares, o simplemente horas de ocio.
Tener claras las prioridades del día resulta indispensable, ya que no todos los días representan una misma carga de exigencia laboral y por ello el tiempo de descanso debe administrarse con cuidado. Esto ayuda a mejorar enormemente la organización, ya que cada día se encontrará organizado de acuerdo a su exigencia y necesidades.
Al definir las prioridades es posible organizar las tareas fuera del trabajo que son realmente importantes, y así se puede distribuir de manera más efectiva el tiempo libre en actividades como salir a comer con amigos, leer o descansar un poco más.
Nunca está demás pasar un rato divertido fuera del ambiente de trabajo, sin embargo es importante que nunca dejemos olvidadas las actividades que se encuentren pendientes, así se evita cualquier problema a futuro.
Adelantar tareas también es una buena manera de liberar responsabilidades para así tener tiempo libre, el cual podremos aprovechar para realizar cualquier actividad que deseemos que no involucre trabajo.
Organízate en base a actividades importantes
Una manera eficaz de organizarse es tomando en cuenta cada día de forma individual, es decir, asegurándonos de realizar una planificación para fechas próximas con la finalidad de poder despejar mucho más fácilmente la agenda. Es mucho más sencillo tratar con las actividades de cada día por separado que intentando predecir un evento a futuro y como este podría desarrollarse.
Nunca podemos saber cómo se va a desarrollar nuestra semana en su totalidad, sin embargo con una planificación diaria ya hecha, podemos observar las prioridades fácilmente y buscar la manera de cumplir estas actividades.
Algo que jamás debe hacerse es dejar que el trabajo lo consuma, es decir, no puede apoderarse de cada aspecto de tu vida diaria porque, a la larga, solo ocasionará problemas e incluso disminuirá lentamente la productividad laboral.
Tampoco es bueno relajarse en exceso, ya que si dedicamos demasiado tiempo a nuestra vida personal podremos llegar a meternos en problemas con las responsabilidades.
Es necesario que exista un equilibrio entre ambos aspectos y esto solo puede ser logrado administrando bien nuestro tiempo libre y nunca combinando este con el trabajo.